Homenaje a Sergio Caletti
Con la presencia de autoridades, profesores y amigos del profesor, se realizó el viernes 25 de noviembre el acto de nominación del Aula 300 SG en su honor.
Autoridades, docentes, investigadores y estudiantes participaron del acto homenaje a Sergio Caletti, ex decano de la Facultad fallecido el año pasado, y asistieron al descubrimiento de una placa con su nombre en el Aula 300 del ala SG, en la sede de Constitución. “Es una instancia institucional de cumplimiento de una resolución de Consejo Directivo y, si bien a veces las acciones institucionales son cristalizaciones que suelen quitarle carga o contenido a las cosas, otras tantas son el modo de fijar esos contenidos a través del tiempo”, expresó al abrir la ceremonia el director de la carrera de Ciencias de la Comunicación Social, Diego de Charras.
En ese sentido, remarcó que “la idea de la nominación del aula es una práctica que no es nueva en la carrera pero que habíamos olvidado”. Y a continuación leyó, conmovido, una carta de la emblemática profesora Alicia Entel, quien no pudo asistir pero hizo llegar sus palabras para evocar a uno de los compañeros con los que fundara la carrera.
Luego, tomó el micrófono el decano Glenn Postolski, quien repuso que “el profesor Caletti es de esa generación de los que cariñosamente llamábamos nuestros padres fundadores”. “En los 80’, entrar a la carrera de comunicación implicaba una forma de militancia política y, por su mirada lucida y provocativa, esta Facultad está marcada por el estilo de Sergio”, sostuvo, y agregó: “no le temía el conflicto porque sabía que en el conflicto había una densidad que servía para construir para adelante”.
A su turno, el abogado y ex vicedecano Damián Loreti reconoció a Caletti “como un hermano mayor”. “Tenía una relación de encabronamiento y desencabronamiento según las épocas”, confesó, y lo reivindicó, entre una serie de anécdotas de exilios y encuentros durante años de lucha, como “un tipo duro para discutir, sin concesiones”.
Natalia Romé, por su parte, consideró que “si hay un rasgo justo o ajustado a Sergio es que no fue jamás una persona que produjera un relato de sí mismo”. “No hay épica ni autobiografía de Sergio porque Sergio era, por sobre todas las cosas, un tipo que no se contaba cuentos y que no se los contaba a los demás”, argumentó.
Compañera de cátedra suya, lo definió como “un experimentador, un peleador, taxativo, axiomático, terco pero en absoluto necio”. “Más que un profesor, un maestro, de esos que te permiten experimentar una convicción muy profunda, que enseñar es un acto de amor, conmoción compartida, respeto por el otro”, completó.
A continuación, recogió la posta Manolo Rodríguez, que primero fue su alumno, luego se incorporó a la cátedra de Caletti y más tarde se desempeñó en el área de publicaciones. “Sergio era una fuerza, un personaje singular y uno no podía permanecer indemne a algo que podría parecer un rayo”, rememoró, y graficó sin ambages: “Sergio fumaba un Particular en dos pitadas y se quería fumar al mundo”.
Aludido por Rodríguez a raíz de un posteo en Facebook en el que mencionaba las veces que le dedicó algún que otro insulto al homenajeado, de Charras se dirigió a los presentes otra vez para hacer su descargo. “Una vez, durante un teórico en el aula 201 de Ramos Mejía, un estudiante quiso formular una pregunta y Caletti lo interrumpió diciéndole: ‘Mire, si se va a meter en el barro con una Siambretta, mejor búsquese un tractor’, y automáticamente se callaron las 500 personas que colmaban el aula”, narró entre las risas del auditorio.
El cierre estuvo a cargo de uno de sus tantos amigos personales y compañeros de exilio, Jorge Bernetti, quien admitió las marcas de las preguntas calettianas y evocó anécdotas compartidas con Nicolás Casullo, como la frustrada experiencia de la revista Situaciones con increíbles pasos de comedia. “Sergio fue un hombre fuera de lo común”, aseguró no obstante antes de adentrarse en los detalles del proyecto que le encargara el presidente mexicano José López Portillo para pensar un modelo de comunicación nuevo.
Sin embargo una de las imágenes más restallantes fue la del día que lo invitó a Bernetti para comunicarle que le habían ofrecido el decanato de la Facultad y no estaba seguro si debía aceptar. “Yo no tengo título universitario”, le había dicho.
Cada intervención fue aplaudida con efusividad, entre lágrimas y sonrisas. Y finalmente, se procedió al descubrimiento de la placa en homenaje.
También estuvieron presentes la vicedecana Patricia Funes, los directores de la carrera de Sociología y Relaciones del Trabajo, Hugo Lewin y Hernán Sandro, respectivamente, y titulares de cátedra como Stella Martini y Carlos Savransky, entre otros.
