Tomás Pablo Gómez, relacionista del trabajo

24/11/2017

Un hecho que caracteriza la trayectoria de buena parte de los estudiantes de Relaciones del Trabajo son las profundas transformaciones que atravesamos en la búsqueda de la salida laboral deseada a medida que avanzamos en la carrera. Muchos comenzamos queriendo insertarnos como profesionales en la gestión del capital humano, pero luego, materia tras materia, nuestro pensar muta conforme aprendemos sobre las implicancias del trabajo en aspectos invisibilizados por la dimensión productiva del mismo, que es la que el modo de producción capitalista nos impone  como única. Durante la carrera transitamos por las dimensiones sociológica, económica, legal, histórica, y hasta psicológica de lo que llamamos trabajo. El resultado es el enriquecimiento de nuestro análisis sobre la esfera laboral, con una marcada posición pro laboralista que nos permite reconocer en la relación capital-trabajo una situación desventajosa para el trabajador, dadas las dimensiones de poder ostentadas por el sector empleador.

 

Cuando salimos al mercado de trabajo encontramos que gran parte de la oferta laboral se orienta a la dimensión administrativa del trabajo, se buscan gestores de personal para administrar sus legajos o para trazar sus senderos de formación, siendo el principal interés para el empleador la maximización de la productividad. En estas condiciones, no es difícil darse cuenta que llegamos al mercado de trabajo sobrecapacitados en problemáticas que no son de su interés, pero que son fundamentales para comprender todo lo que conlleva el “trabajo” como fenómeno multifacético. Nos desanimamos al ver que aquellos conocimientos que nos “abrieron la cabeza”, no sólo no eran requeridos, sino incluso bastardeados en función del interés económico, siendo el trabajador otro recurso más dentro de esta ecuación.  Sin embargo, esta no es la única salida laboral para la cual nos habilita nuestra carrera. Para aquel que no desespera, siempre surgen búsquedas laborales donde podemos aplicar los conocimientos adquiridos, y somos valorados por nuestra formación.

 

En mi caso, empecé trabajando en una consultora de selección, gestión y capacitación del capital humano, con el interés de profesionalizarme en estas vertientes, para luego pasar al “otro bando”, y orientarme a la defensa del sector trabajador. Al promediar la carrera decidí dejar el trabajo en la consultora, en busca de un nuevo horizonte laboral afín a los nuevos intereses despertados. Llegando al último año de cursada apliqué a una pasantía en la Defensoría del Pueblo de CABA, gracias a la difusión que hizo la Secretaría de Extensión de la Facultad. Es de destacar que la labor del sector de Empleo y Formación Profesional no sólo se dedicó a la difusión, sino también a brindar información a través de reuniones grupales e individuales, en las que se interiorizaba sobre el funcionamiento del programa de pasantías, su marco legal, derechos del pasante, etc. A pesar que la selección de los candidatos fue realizada por la Defensoría del Pueblo, el área de la facultad mencionada continuó con el asesoramiento ante toda duda que iba surgiendo. Una vez seleccionado, el acompañamiento continuó a través de reuniones y evaluaciones periódicas tanto con una tutora de la facultad, como con una de la defensoría. Así, como pasante me formé sobre el empleo público en CABA, período en el que este organismo no sólo cumplió con los derechos que me correspondían, sino que los amplió.

 

Culminada la pasantía, continúe como contratado, pero encarando diferentes tareas y desafíos de forma progresiva. Primero como parte del equipo interdisciplinario que elaboró guías sobre los derechos del trabajador, la inserción laboral, los riesgos de trabajo, el sistema de seguridad social, entre otros. Las guías se transformaron luego en talleres que se dictaron en diferentes barrios de la ciudad, principalmente aquellos con mayores necesidades. Luego, formé parte del equipo interdisciplinario que trabajó en la elaboración de los proyectos de convenio colectivo de trabajo, que luego fueron negociados con las diferentes representaciones gremiales.

 

El camino de enriquecimiento que transité durante estas experiencias fue posible por los conocimientos aprehendidos en la carrera; los fundamentos teóricos fueron más que necesarios para el desarrollo de las especificidades de la práctica. Hoy, luego de la expertise adquirida, puedo decir que es fundamental para la Universidad de Buenos Aires, principalmente para nuestra Facultad, que los lineamientos formativos y de contenidos no sean dictados por las necesidades del mercado, sino más bien en función de los intereses de los sectores populares. Para ello, es sustancial que la Facultad mantenga y profundice la relación con los/las egresados/as, no sólo para que éste no quede inmerso en los intereses del mercado, sino también para permitirle desarrollar dimensiones para las cuales se formó y no son contempladas por el mismo. Destaco las diversas opciones que ofrece nuestra Facultad para seguir en conexión con la institución, principalmente la docencia y la investigación. En mi caso, tengo el agrado de formar parte de ambas, tanto como docente en la carrera de la que egresé, como en un Proyecto de Reconocimiento Institucional sobre sindicalismo, junto a otros compañeros/as egresados/as y estudiantes avanzados de diferentes carreras de nuestra facultad.

 

En esta apretada síntesis de mi trayectoria académica y laboral trato de demostrar que existen perfiles laborales en los que un/a graduado/a de nuestra casa de estudios se puede insertar sin sentir que traiciona aquellos principios que tomó como suyos a lo largo de su formación, perfiles para los que nuestra carrera de grado nos capacitó y que escapan a las tradicionales salidas laborales requeridas por el mercado de trabajo. Pero también, que la relación con la universidad no debe terminar con la entrega del título, sino que esta se encuentra abierta para que continuemos con nuestro proceso de formación, ya sea desde el rol docente o de investigador, como también a través del cursado de diferentes actividades y talleres de actualización profesional.


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