Cada vez más estudiantes se vuelcan a la investigación

10/11/2015

El camino de la investigación académica suele aparecer en el imaginario de los estudiantes como un sendero de baldosas áureas. Sin embargo, el énfasis de la universidad pública en el desarrollo de diversos derroteros que contribuyan a la generación de conocimiento y el compromiso del Estado nacional con la inversión para la sustentabilidad de la tarea convirtieron esa ruta en un terreno mucho más transitado que antes, y más accesible.

“Yo no sabía nada de investigación cuando empecé la carrera pero, a medida que fui avanzando, me di cuenta que lo que más quería era intervenir desde la universidad en la producción de conocimiento para la transformación”, explica de entrada Nicolás Dallorso, actualmente a cargo de la subsecretaría de Doctorado. Al respecto, detalla que cuatro de las cinco carreras de la Facultad cuentan con grupos de investigación o actividades paralelas a la cursada, mientras que Sociología incluye este tópico directamente en su plan de estudios.

Y bajo esa perspectiva, Dallorso indica que los estudiantes alcanzan así experiencias de contacto con investigadores que, de una u otra manera, terminan nutriéndolos aún más en su formación e, inclusive, participan de la trastienda. “Pueden aprender desde la práctica concreta cómo encarar el desarrollo de la investigación en cuestión y eso, a la larga, sirve muchísimo”, explica.

La Facultad cuenta, en este momento, con un programa de Becas estímulo a través de UBACyT y otro de Estímulo a la Vocación Científica, procedente del CIN. Los estudiantes que se suman a un proyecto de esta naturaleza reciben un estipendio que oscila los 3 mil pesos y, como requisito, se exige un porcentaje mínimo de materias aprobadas.

Los mejores

“Yo me acerqué y pregunté de una”, dice Denisse Kasparian recordando sus primeros pasos, allá por 2009. Docente en el Taller de Investigación y Cambio Social de la Cátedra Marín e investigadora del Conicet, admite que “está la imagen de que uno tiene que ser el mejor alumno pero no es así”.

Karparian narra su historia como la de una estudiante que sobre el final de la cursada consultó a su docente sobre la posibilidad de incorporarse, sin vueltas. Iniciativa y compromiso, además de buenas calificaciones, constituyen las divisas imprescindibles para subirse al tren.

En ese sentido, Dallorso reivindica la necesidad de que la docencia y la investigación permanezcan conectadas. “Se pierde la característica de la universidad cuando se desvincula la docencia de la investigación”, argumenta, y al mismo tiempo agrega que, si bien es “un privilegio y una responsabilidad esta tarea, también los becarios e investigadores en formación deben ser considerados trabajadores y gozar de los derechos que merecen como tales”.

Convocatoria abierta

Otro de los canales de ingreso al campo de la investigación puede ser la insuperable experiencia del programa de Movilidad para Estudiantes de Grado, dependiente del área de Cooperación Internacional de la Facultad. Desde principios de septiembre, se encuentra abierta la convocatoria unificada para el primer semestre de 2016.

Las plazas ofrecidas pertenecen a la Universidad Autónoma de Occidente, la de Ibagué y la de Quindio, en Colombia; la Universidad Federal de Minas Gerais, la de Goiás, la de San Carlos, la Estatal de Campinas, la Federal de Río Grande do Sul, la Estadual Paulista y la Federal de Paraná, en Brasil; la Universidad de Chuquisaca en Bolivia; las de Santiago y Playa Ancha, en Chile; el Politécnico Nacional, el Centro de Investigación y Docencias Económicas, y las universidades de Guanajuato y Aguas Calientes, en México. Por último, también figura entre las posibilidades la Universidad Autónoma de Madrid.


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