Alain Rouquié en la Universidad de Buenos Aires
El martes 29 de junio el profesor Alain Rouquié recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires por iniciativa de la Facultad de Ciencias Sociales. Unas horas antes participó de una mesa de debate sobre su último libro “A l´ombre des dictatures. La démocratie en Amérique Latine” invitado por las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras como parte de las actividades que están celebrando en conjunto ambas Facultades en el marco del Bicentenario.
El pasado martes 29 de junio el profesor Alain Rouquié recibió el título de Doctor Honoris Causa, por iniciativa de la Facultad de Ciencias Sociales, en virtud de su destacado compromiso como intelectual y ciudadano. Estuvieron presentes en la ceremonia: Jean-Pierre Asvazadourian -Embajador de Francia en la Argentina-, Dr. Alberto Barbieri- Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires- a cargo de la entrega del título, el Prof. Sergio Caletti – Decano de la Facultad de Ciencias Sociales-, el Prof. Isidoro Cheresky – Facultad de Ciencias Sociales- quien formuló el elogio académico (Elogio académico al profesor Alain Rouquié-IsidoroCheresky).
Unas horas antes Rouquié había presentado su último libro “A l´ombre des dictatures. La démocratie en Amérique Latine” donde estuvo acompañado por los profesores Federico Schuster, Isidoro Cheresky y Liliana De Riz. Entre otras cuestiones, el autor ubicó el comienzo de su escritura a fines de los 70, momento en el que comenzó a interesarse por las dictaduras militares de América Latina y fue así que 30 años después se propuso hacer un balance de ese proceso. Tuvo la oportunidad de estar presente en la asunción de los presidentes Raúl Alfonsín y Eduardo Frei, en Chile. En el primer caso observó que el presidente constitucional se encontraba rodeado de militares y en el segundo asistió al Tedeum sentado justo al lado del Gral. Pinochet. De allí surge su concepto de “democracia a la sombra de las dictaduras”.
Su participación en los ’80 y ’90 en trabajos de investigación sobre la transición democrática, lo llevó a detectar no sólo huellas de las dictaduras en los procesos, sino también el carácter de prisioneras de algunas democracias. Finalmente, a partir de la intervención norteamericana en Irak se preguntó si la democracia se puede implantar por la fuerza en cualquier cultura política. Observa que tras 200 años de historia subsisten problemas para estabilizar la democracia en Argentina.
Para la profesora Liliana De Riz el libro de Rouquié “constituye una clase magistral en virtud de su pluma fluida y rigor conceptual” que presenta el movimiento entre las semejanzas y las diferencias de los procesos latinoamericanos y una visión de la democracia que resistió los embates, dado que parece haber concluido la era de las intervenciones militares. Enmarcados en la coyuntura, rescata la singularidad de los casos nacionales y los liderazgos personales de los presidentes de América Latina, entre ellos analiza el socialismo del Siglo XXI propuesto por el presidente Chávez de Venezuela. Para el autor, la democracia es más que un proceso electoral, “la democracia es un milagro cultural”, la continuidad de las elecciones constituye su principio de legitimidad. Rouquié apuesta a un cambio en la región frente a una demanda simultánea de ciudadanía e integración social.
Para Federico Schuster el libro “nos ayuda a pensar los tiempos en los que vivimos y tiene un enorme cuidado para quienes hoy debatimos en América Latina”. El libro ofrece como escenario el análisis de la democracia teniendo en claro la complejidad del proceso histórico y político, un juego entre las similitudes y las diferencias, entre las formas sociales, políticas e institucionales. Schuster manifestó que un punto particularmente problemático lo constituye el populismo, un concepto atrapado, sobre el que Rouquié realiza una comparación entre el siglo pasado y el actual. “Reafirmo el final del libro, su fuerte optimismo en la sustentabilidad de las democracias por un lado, y por el otro las preguntas sobre las formas institucionales que van tomando y en qué medida éstas ponen en cuestión la institucionalidad democrática”.
Isidoro Cheresky dijo que “la obra de Rouquié recorre las grandes líneas de la política y la sociedad y traza las principales líneas y corrientes sin adscribir a ninguna línea determinista, sino más bien a la fenomenología política”. Remarcó que el autor ha encontrado un punto de inflexión reciente en el proceso de renovación política a partir de la existencia de proyectos reformistas con pretensiones fundacionales: los regímenes nacionales y populares que ponen énfasis en la ampliación democrática y la inclusión de los excluidos. Por otro lado ha dado cuenta de un cambio en los vínculos de representación: proximidad y encarnación, sin mediaciones, transgrediendo reglas institucionales y abriendo la posibilidad al hegemonismo, es por eso que terminó preguntando ¿hasta que punto una democracia puede serlo, si no hay competencia política?
Al finalizar ambos eventos, el Profesor Rouquié agradeció la distinción por parte de la Facultad de Ciencias Sociales y el reconocimiento de su obra en nuestro país
