A la comunidad de Ciencias Sociales
Durante la primera quincena de junio se sucedieron en la Facultad diversos episodios derivados de la realización de fiestas no autorizadas (Res CD 3959/08) por parte de distintas agrupaciones políticas estudiantiles: aplicación de una multa por parte de la autoridad contravencional de la Ciudad, rotura de vidrios, robo de un PC, entre otros.
En este marco, el día 23 de junio, las autoridades de la Facultad convocaron a una reunión a referentes de todas las agrupaciones estudiantiles para el lunes 28 de junio a las 18.30, “a fin de informarles las graves consecuencias que están trayendo a nuestra Facultad las fiestas no autorizadas. Dado que pretendemos constituir un espacio de diálogo, creemos conveniente la participación de un compañero por agrupación”.
El día 28, aproximadamente a la hora fijada, un grupo de estudiantes entregó una hoja de cuaderno manuscrita, en la que textualmente se lee: “Ante la convocatoria de la gestión a una reunión con las fuerzas políticas de la facultad, la Comisión Directiva Ampliada del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales resuelve no asistir a la reunión, entendiendo que los ejes prioritario del movimiento estudiantil son otros”.
A continuación, la hoja manuscrita propone cinco puntos para una eventual reunión con las autoridades de la Facultad, que serían prioritarios. Ellos son: “a) Edificio Unico y situación edilicia actual; b) Subsidios para becas; c) Procesamiento de los estudiantes; d) Presencia de los efectivos policiales en el predio del comedor estudiantil; e) Política de reglamentación de los espacios de difusión de las organizaciones políticas”.
Suscriben la hoja las siguientes agrupaciones (en algunos casos incluyendo firmas, en otros no): PRISMA, FUP, CONTRAHEGEMONIA, PARTIDO OBRERO, EL VIEJO TOPO PODER ESTUDIANTIL, MOVIMIENTO UNIVERSITARIO SUR, LA BRUJULA EN LA FER, EN CLAVE ROJA (PTS + INDEP.), 29 DE MAYO, IZQUIERDA SOCIALISTA, LA MALA EDUCACION, EL MATE.
Hasta aquí, la información que las autoridades de la Facultad consideran oportuno difundir ante el conjunto de los estudiantes y de la comunidad de la Facultad.
Ahora bien, en cuanto a los cinco puntos propuestos para un diálogo, las autoridades de la Facultad manifiestan su disposición a reunirse en cualquier momento para su tratamiento, aunque deben también señalar que es mayormente una falsa lista que no propende a avanzar efectivamente hacia soluciones de común interés. Veamos:
a) El proceso de licitaciones y obra con vistas a la Sede de Santiago del Estero ha sido sucesivamente informado en los Consejos Directivos. En cuanto a la situación actual, los dirigentes del CECSo habían sido invitados a hacer una inspección ocular a las obras en marcha precisamente el día de hoy, viernes 2 de julio.
b) El proyecto de Subsidios para becas de apuntes del CECSo, presentado por Consejeros Estudiantiles se encuentra actualmente en análisis de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Consejo Directivo. Cabe añadir que los representantes estudiantiles en dicha Comisión no asistieron a la reunión correspondiente en la que debía tratarse la iniciativa, el día 22 de junio último.
c) En cuanto al procesamiento de estudiantes (se entiende la referencia al Consejero Germán Feldman por cuenta del Juzgado No. 6), las autoridades de esta Facultad no tienen lamentablemente nada más que decir, amén de reiterar su repudio a la criminalización de la protesta, ya que la Facultad no es parte de la causa.
d) En relación a la presencia de efectivos policiales en cercanías del Comedor Estudiantil instalado en el estacionamiento que el Rectorado de la UBA administra en Azcuénaga y Paraguay, las autoridades de esta Facultad registraron los mismos rumores relativos a la presunción de que en la madrugada del 24 de junio, dos agentes uniformados merodearon el predio tomando fotografías. Se encuentra en marcha un trámite de averiguación ante las Comisarías de la zona. El Consejo Directivo del martes 29 de junio, por su parte, repudió cualquier posible intrusión policial en predios de la UBA.
e) Respecto del punto relativo a una reglamentación de los espacios de difusión de las agrupaciones políticas estudiantiles de la Facultad, es el único de esta lista donde efectivamente habría cosas nuevas para decir. Las autoridades se manifiestan en un todo dispuestas a avanzar hacia acuerdos equitativos, racionales y responsables.
Por último, las autoridades de la Facultad desean comunicar al conjunto de la comunidad que lamenta la postura manifestada por el Centro de estudiantes, ya que impide cualquier fórmula que pudiese armonizar los distintos intereses en juego y deja a la Facultad expuesta al daño constante de su patrimonio, al uso privado del espacio público (precisamente por parte de quienes con frecuencia denuncian “la privatización de la Universidad”), a ser incriminada por los vecinos por ruidos molestos, a responder por todo ello ante las autoridades judiciales.
Los defensores retóricos de la Universidad Pública no se hacen responsables, ni siquiera como militantes, de las consecuencias de sus actos. Degradan la política que declaran cultivar y pretenden disfrutar de completa impunidad respecto de las normativas del propio Consejo Directivo que integran con sus representantes, así como de las normas elementales de convivencia propias de la vida universitaria.
Lo grave es que esta situación se arrastra desde hace varios años, y ha llegado a naturalizarse, metiendo bajo la alfombra los bancos rotos, las puertas violentadas, las grescas con heridos y el grave riesgo a la seguridad de los propios participantes.
Para la enorme mayoría de la comunidad de Sociales, la vida política en la Universidad merece ser festejada pero, en este caso, estamos ante la política de la fiesta, que recauda mediante la venta ilegal de bebidas alcohólicas y el uso no autorizado, particular y mercantil, de espacios de carácter común.
