Conmovedora apertura de la Semana de la Memoria en Sociales
Con la presencia de Estela de Carlotto, la comunidad de la Facultad celebró el 25º aniversario desde la creación del Archivo Biográfico Familiar, una iniciativa de docentes y estudiantes de Sociales junto a las Abuelas de Plaza de Mayo para recoger los testimonios de padres, madres y hermanos de los desaparecidos durante la última dictadura.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, junto a la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Ana Arias, y el vicedecano Diego de Charras, encabezaron este lunes 28 de agosto el acto para conmemorar 25 años de la creación del Archivo Biográfico Familiar, en el auditorio de la Facultad (Santiago del Estero 1029). La ceremonia contó también con la presencia de la nieta restituida Claudia Poblete Hlaczik, la coordinadora del Archivo, Daniela Drucaroff y autoridades de la Facultad y sus carreras.
El encuentro tenía por objetivo ponderar el Archivo como un área central de Abuelas para la restitución de la identidad de las nietas y nietos. “El Archivo nació en nuestra Facultad y fue el inicio de una larga y sostenida relación con las Abuelas. Por eso hoy, a 40 años de democracia ininterrumpida, queremos poner en valor esta experiencia con la participación de sus protagonistas”, explicaban los organizadores en la previa.
Bajo la moderación de la secretaria de Géneros y Derechos Humanos de esta casa de estudios, Malena González Magnasco, la primera en dirigirse a la multitud que colmaba recinto fue la Decana, quien destacó la historia de lucha de las Abuelas como impulso e inspiración para la “producción de Ciencias Sociales”. “Homenajear esto en este momento tan particular, donde se cuestiona el rol del Estado y la universidad pública, forma parte del valor de la memoria y eso también se juega en recuperar estas historias”, expresó Arias.
A continuación, tomó la palabra Estela. Su primera frase fue una pregunta retórica: “¿Cómo hago para hablar de 45 años de lucha y cómo hago sin sentirme triste porque quedamos muy poquitas?”, manifestó. Pero habló, incansable, paciente y amorosamente.
Micrófono en mano y después que las autoridades le obsequiaran un ramo de flores, ella precisó que “buscar es encontrar alguna puerta abierta hasta que te digan ‘ahí está’”. Al respecto, indicó que de los 12 organismos de derechos humanos hay quienes se dedican a la lucha por el esclarecimiento en los juicios, quienes se abocan a dimensiones ligadas a lo religioso pero las Abuelas son las únicas que se concentran en la búsqueda.
Sin renunciar a la política, Carlotto dedicó un fragmento de su alocución a la juventud y su fuerza transformadora.
Por su parte, de Charras reivindicó el compromiso de la Facultad en particular y las Ciencias Sociales como disciplina en la pelea por la memoria, la verdad y la justicia. Bajo ese enfoque, enumeró desde el diario Sociales en los Juicios hasta las investigaciones académicas que se producen alrededor de la lucha por el respeto a los derechos humanos.
Emocionado, también evocó la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, hito del que se están cumpliendo 20 años por estos días. “Hubo 324 juicios con sentencia y 1181 represores condenados”, resaltó para contrastar con las expresiones públicas de los negacionistas que hasta cuentan con candidatos a la más alta magistratura en este turno electoral.
Antes del cierre, hubo espacio para la entrega de diplomas de reconocimiento a quienes participaron o se comprometieron con la creación y el funcionamiento del Archivo, galardón que alcanzó a una decena de personalidades que iban desde la figura del ex decano de la Facultad entre 1998 y 2002, Fortunato Mallimaci, Graciela Daleo en representación de todas las personas que brindaron su entrevista en función de reconstruir la identidad de personas queridas, Carlos Eroles y Enrique Oteiza (directores del proyecto), Leila Gutiérrez (secretaria) Mónica Muñoz (coordinadora del equipo operativo), entre otres.
Desde la primera fila de butacas del auditorio, presenciaron la ceremonia el senador Mariano Recalde, el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, les directores de las carreras de Trabajo Social, Soraya Giraldez; Ciencias de la Comunicación, Larisa Kejval; Sociología, Rodrigo Salgado; y Relaciones del Trabajo, Mariana Nogueira. Además, estuvieron en las primeras filas el director del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Martín Unzué, el secretario de Estudios Avanzados, Julián Rebón, y sus pares de Extensión Universitaria, Gestión Institucional y Académica, respectivamente, Ianina Lois, Diego Bráncoli y Hugo Lewin, y les subsecretaries de Gestión Académica, Andrea Echevarría; de Doctorado, Inés Nercesian, Investigación, Graciela Ferrás, de Maestrías, Emanuel Porcelli; de Trabajo, Formación Profesional y Articulación Territorial, Humberto Rodríguez; de Convenios y Vinculación Institucional; de Prevención y Promoción de los Derechos de las Mujeres, Géneros y Diversidades; Laura Cicone; de Políticas de Salud Sexual Integral, Agustina Trajtemberg y de Comunicación Institucional Mayra Alvarado. Además, recibieron su galardón, Abel Madariaga, secretario de Abuelas de Plaza de Mayo, Josefina “Cotita” Casado, Lorena Battistiol, Flavia Basttistiol e Iván Fina (familiares que a través de su participación en las entrevistas se acercaron a Abuelas y luego se incorporaron al Archivo) y Ruth Teubal, directora del Proyecto UBACYT “Hermanos de desaparecidos, tíos de jóvenes apropiados”.
La historia del Archivo data de 1998, cuando la Facultad de Ciencias Sociales y las Abuelas de Plaza de Mayo dieron inicio al proyecto “Reconstrucción de la Identidad de desaparecidos, Archivo Biográfico Familiar Abuelas de Plaza de Mayo”. Esta iniciativa nació de la necesidad de nietas ya restituidas y hermanas que querían conocer sobre la historia de vida de sus madres y padres desaparecidxs. Les preocupaba encontrar el modo de relatar en el futuro quiénes fueron sus padres a nietos restituidos, cuando ya no quedasen familiares directos.
Conocido como Archivo Biográfico Familiar de Abuelas de Plaza de Mayo, el proyecto consistió en la realización de entrevistas a familiares de los padres y las madres de nietos buscados, compañeros de militancia y amigos de la infancia, con la finalidad de reconstruir sus historias de vida y poder otorgar la dimensión social al resultado genético entregado a cada nieto y nieta encontrada. En ese sentido, se pensó como un complemento del resultado de ADN, para contribuir a la reconstrucción histórica del derecho a la identidad y su destinatario principal fueron los nietos encontrados. A lo largo de estos 25 años de existencia, se han entregado 108 archivos a nietos, hermanos y familiares. Hoy el Archivo Biográfico constituye un área de Abuelas y continúa trabajando en la reconstrucción de identidades junto a estudiantes de la facultad de Ciencias Sociales.