El principio de desvinculación y el fin de los partidos centenarios
La profesora Adriana Clemente, ex vicedecana y docente de Trabajo Social, comenta en Página 12 que ya en 2015 «se observó que a mayor dependencia de la ayuda social, menor puede resultar la confianza por parte de los beneficiarios para superar la pobreza, especialmente si la economía no ofrece otras alternativas de movilidad social». A su criterio, el fenómenos de desapego, que bautizara en sus investigaciones como «principio de desvinculación», está encarnado por personas que, por su condición de pobreza y/o indigencia, tienen una alta dependencia de las prestaciones del Estado y, en consecuencia, además de conocer las debilidades y fallas del sistema, son objeto de una sistemática descalificación (pública y mediática) por parte de aquellos que hacen de la pobreza un problema de las personas y no un fracaso de la sociedad».