Prohibir libros no es libertad
Ante las repercusiones en los medios de comunicación tras la denuncia realizada por la Fundación Natalio Morelli al Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, por “corrupción de menores” y “abuso de autoridad”, la vicedecana de la Facultad de Filosofía y Letras, Graciela Morgade, y Rocío Rovner, graduada de la carrera de Ciencias de la Comunicación, publicaron una nota en diario Perfil para desmontar la operación. El despliegue de la acusación judicial y su cobertura en la prensa, según las autoras, concentra el ataque en el ministro y «reduce a docentes y equipos directivos a meros ‘aplicadores’ de contenidos, sin contemplar que «cada ejemplar sugerido tiene recomendaciones y hay libertad de selección de docentes desde su conocimiento profesional y, sobre todo, su decisión respecto de la incorporación en la enseñanza». Además, advierten que «el supuesto es que la mera lectura de estos libros provoca linealmente una iniciación sexual temprana» y postula que «vuelve a pensar a las, los y les adolescentes como temibles sujetos del descontrol, un supuesto que hace tiempo se evidenció falso y negativo para el diálogo y la educación sexual integral en el cuidado de sí y de otras personas».