Con referencias al Eternauta, 103 graduades de Sociales recibieron su diploma
El vicedecano de la Facultad, Diego de Charras, recurrió este viernes 30/5 a las tres ideas principales de la historieta de Héctor Oesterheld, El Eternauta, en el acto de colación de grado en que recibieron su diploma 103 egresades. Desde el escenario del auditorio, dijo que «nadie se salva solo» para felicitar no solo a les estudiantes sino también a sus familias y afectos, reivindicó que la UBA es una institución que tiene 200 años porque «lo viejo funciona» y les pidió a les graduades que no se vayan lejos porque «lo público se encuentra bajo asedio» y hay que construir «el héroe colectivo».
A su lado, escuchaban y aplaudían les directores de las carreras de Ciencias de la Comunicación, Larisa Kejval, y Ciencia Política, Miguel De Luca, les secretaries académicos de Sociología, Sandra Guimenez, y Relaciones de Trabajo, Matías Cao, y la coordinadora técnica de Trabajo Social, Gisela Mastandrea. También participaron de la ceremonia el secretario académico, Hugo Lewin, el secretario de Gestión, Diego Bráncoli, y la subsecretaria de Comunicación Institucional, Mayra Alvarado.
Como en cada jura, la primera en tomar la palabra fue la profesora invitada, rol que en este caso cumplió Verónica Giménez Beliveau, docente de la materia Sociología de la Religión, en la carrera de Sociología. «Ustedes se ganaron cada centímetro del título que se llevan», expresó, pero también marcó: «Ustedes son graduados en ciencias sociales y eso nos invita a pensar realidades complejas, escuchar distintas voces,distinguir lo importante de lo accesorio».
Giménez Beliveau concedió, por otra parte, que les estudiantes también hicieron su aporte a la Facultad. «La enriquecieron al discutir y pensar problemas nuevos, trajeron miradas nuevas sobre viejos problemas y eso hizo de nuestra facultad un lugar mejor. Por eso no queremos que se vayan», enfatizó antes de recalcar que como «graduados» forman parte del «cogobierno», y subrayó: «Ese es su derecho, úsenlo».
Finalmente, se permitió brindar tres consejos. Por un lado, recomendó que tengan a mano los libros que han leído y estudiado; por otro, pidió que no abandonen nunca «la curiosidad que traían»; y por último, anheló: «No se olviden nunca de lo que somos: orgullosos hijos de la universidad pública».
Luego fue el turno de la novel politóloga Camilia Herrero, graduada con mejor promedio de la cohorte. «Cuando tenía 17 años, había muchas incertidumbres pero sabía que quería estudiar ciencias sociales y que quería ir a la UBA», dijo al inicio de su discurso, en el que repasó que la universidad pública «no solo abre puertas sino que rompe con límites que nos habían impuesto».
Durante su intervención, ponderó el pensamiento crítico pero también enumeró las instancias de formación que se producen más allá de las aulas, enumerando desde «los pasillos que se van llenando de debates» o «las tardes de estudio» hasta «los mates» y «mucha birra».
Con esa frescura destacó, además, la «entrega» de los profesores «que se quedan discutiendo tres horas después de clases» y el «compañerismo» de aquellos con los que compartió cursada. «Me cambiaron la cabeza», afirmó antes de asegurar: «Confío que esta camada de egresados va a trabajar para proteger esta universidad que tanto nos dio. A devolverle a la UBA lo que la UBA nos dio. ¡Aguante la universidad pública!».
De Charras, que traía el saludo de la decana Ana Arias, manifestó después la alegría del «ritual» al que asistían los presentes y ensayó una explicación sobre el significado de la ceremonia. «Nuestra facultad no forma solamente en una densa currícula sino que nos forma en otros momentos, en pasillos, clases públicas, las tomas. Ustedes se llevan en ese hermoso cartón mucho más que una titulación formal, se llevan representado miles de horas de esfuerzo, transpiración, algunas lágrimas», graficó.
En ese sentido, extendió las felicitaciones de rigor de les estudiantes a sus familiares y amigos. «Porque nadie se salva solo», remató en un claro guiñó al hit del Eternauta en Netflix.
Asimismo, recalcó a les graduades: «hoy pasan a ser parte de una identidad que los acompañará siempre, que es la de ser graduados de la Facultad». Al tiempo que admitió que «en la vida profesional» aparecen inquietudes derivadas de avances tecnológicos que van más rápido que la currícula universitaria, postuló que «lo importante es lo que ustedes se llevan: el pensamiento crítico y la capacidad de analizar».
Ante un escenario que caracterizó como de «asedio a lo público», el Vicedecano repuso que «la Universidad de Buenos Aires tiene más de 200 años y lo viejo funciona». Y bajo esas coordenadas, sugirió que les egresades «que no se vayan lejos» en pos de «construir el héroe colectivo».