Una Facultad a la altura de las circunstancias

El decano Glenn Postoslki participó de un conversatorio con los directores de los centros de estudios de la Facultad, junto al presidente del bloque de legisladores kirchneristas en la Ciudad y también profesor de la casa, Carlos Tomada, y la candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires y Licenciada en Trabajo Social, Laura Alonso. Flanqueado por el politólogo Edgardo Mocca y la titular del Centro de Estudios de la Ciudad y ex vicedecana, Adriana Clemente, Postolski celebró el encuentro que congregaba a una veintena de profesores e investigadores, «con clara conciencia de poner la universidad al servicio de la sociedad que la sustenta».

Luego de una breve presentación de cada uno de los participantes de la mesa, la charla apuntó enseguida en la dirección de las preguntas por la vinculación con el territorio, la producción de conocimiento para los trabajadores y los desafíos y asignaturas pendientes. Al respecto, el director del Centro de Estudios en Ciudadanía, Estado y Asuntos Políticos (CEAP), Sebastián Mauro, consignó que el perfil del investigador había cambiado y que la vocación suya y de sus compañeros era trabajar a partir de la conciencia de ese aspecto.

Alonso, por su parte, aludió a los retrocesos en materia educativa desde que asumió la presidencia Mauricio Macri, en tanto que el director de la carrera de Trabajo Social, Nicolás Rivas, recordó una entrevista que concediera a principios de siglo el prolífico profesor Nicolás Casullo, quien explicaba en aquel reportaje que el verdadero desafío era encontrar las causas que aglutinen una vez que el proyecto utópico queda por detrás o fracasa. «Yo lo tengo a Casullo como música de fondo», confesó Rivas.

A su turno, el titular del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (Copes), Carlos De Angelis, detalló cifras de un boca de urna que elaboró el pasado domingo. Según su análisis, sólo el 2,5 por ciento de los votantes de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner la eligieron por sus propuestas, lo cual revelaría -a su entender- que faltaría una propuesta o mirada de futuro.

En ese punto, intervino el ex ministro de Trabajo y actual diputado porteño para admitir que también «faltó futuro» en la campaña electoral de 2015 pero advirtió: «lo que preocupa es que pretendan borrar el pasado, al tiempo que los que hoy gobiernan se niegan a discutir el presente». «Yo comprendo que es acertado para la campaña no enfocarse en el pasado y estoy dispuesto, incluso, a discutir sobre lo que no se hizo pero también quiero hablar de lo que se hizo y debatir sobre el presente», aseveró Tomada.

Clemente adhirió a la postura del legislador, y consideró: «no podemos quedar nosotros como los detractores de un modelo político que produjo muchísimos avances sociales». Mocca marcó, además, que este tipo de encuentros no se ven ni se oyen a menudo porque «sólo quedó un canal y un diario que expresan estas cuestiones pero están muy comprometidos económicamente».

Finalmente, Postolski enfatizó que la cita se nutría con «docentes e investigadores con distintas trayectorias, recorridos y responsabilidades». «Pero, si uno mira bien, se da cuenta que es un encuentro de militantes porque todos tenemos claro que, cuando nos paramos frente a una clase o desarrollamos nuestra producción académica, no lo hacemos desde la lógica que quieren imponernos desde el mercado», expresó, y agregó: «una reunión así no es común en ninguna de las facultades de la UBA».

En ese sentido, el decano coincidió con Mauro, al conceder que «el perfil del investigador cambió, y no cambió porque hubo determinado resultado electoral sino porque hubieron 12 años de una construcción política que nos atraviesa, por más que ahora quieran borrar sus efectos». «Nosotros no nos olvidamos de lo que significaba nuestro rol en los 90’ y tenemos claro lo que implica hoy», completó.

Bajo esa perspectiva, evocó el caso de la resolución de Consejo Directivo contra la cobertura mediática del conflicto de las patronales rurales con el Gobierno nacional en 2008, que al decir suyo generó un impacto político, fue tomado por un gobierno con voluntad de dar una pelea y derivó en la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Entonces, construyó una analogía entre la imagen de Boaventura de Sousa Santos acerca de lo que sobra en una inundación, que es el agua, y lo que falta, que es el agua potable. «Actualmente, el volumen de información es abundante pero está preparado para vaciar de sentido nuestra experiencia», dijo, y añadió: «hay tal perversión que han vaciado de sentido la palabra revolución y la venden como revolución de la alegría».

Ante ese atolladero, Postolski señaló que lo fundamental es el reconocimiento del lugar desde el cual se constituye el sujeto. «Los que estamos acá tenemos claro desde dónde nos paramos y constituimos y es desde el reconocimiento de nosotros mismos como trabajadores», graficó, y concluyó: «somos trabajadores y nuestra respuesta a esta etapa del neoliberalismo tiene que partir, también en el campo de la academia y en articulación política con lo territorial, desde esa identidad para seguir siendo lo que somos, pero mejores».