El Rectorado dispuso pautas para reducir el gasto por la emergencia presupuestaria

El Rectorado de la UBA estableció pautas destinadas a reducir los gastos en todas las unidades académicas «a los fines de mitigar el crecimiento inercial que desencadenaría en la imposibilidad de poder afrontar los compromisos asumidos por la Universidad».

En el marco de la emergencia presupuestaria dictada el pasado 10 de abril, motivada por la reducción del 80% en términos reales del monto asignado para gastos de funcionamiento como consecuencia de la decisión del Ejecutivo Nacional de congelar el aporte a las universidades a valores de 2023, se envió una nota dirigida a decanos y decanas de la institución donde se dispone:

a) La no utilización de los servicios de acondicionamiento de aire (frío/calor) en los edificios

b) El apagado de la luz en aulas y oficinas iluminadas naturalmente y en espacios comunes durante el día y hasta 30 minutos antes del comienza de la actividad académica y 30 posteriores a su finalización

c) La utilización de ascensores solo para personas con movilidad reducida o casos de emergencia

d) La no utilización de los servicios de gas en las calderas de la universidad

e) Los programas de investigación, ciencia y técnica y extensión universitaria estarán supeditados a la efectiva disponibilidad de presupuesto para poder ser afrontados

f) Las acciones del programa UBA en Acción se limitarán sólo a aquellas financiadas por organismos externos a la UBA y/o aportes privados.

Todas estas decisiones, aclara la misiva, resultan complementarias de otras que la UBA viene realizando, entre las cuales se describen las siguientes:

-Reducción de alquiler de edificios
-Inversión en programas de medición y racionalización del consumo energético
-Readecuación e incorporación de tecnologías en materia de seguridad en los edificios
-Convenios con otras áreas del sector público para generar sinergia de la inversión pública.